¿POR QUÉ ENSEÑAR A PENSAR?

EN MI OPINIÓN

Según mi concepción, pensar es un estado que nos diferencia del resto de seres vivos hasta hoy conocidos, pensar es una condición inherente al hecho de SER humano, lo cual implica tener concepciones propias de todo lo que nos rodea, así como de nosotros mismos. De igual manera, existe diversidad de pensamiento como diversidad de personas. Todos los individuos generan una percepción propia, por lo tanto, asumirán conductas para cada situación que se les presente en la vida. Dichas conductas pueden tener un carácter favorable o desfavorable, según el ángulo desde el que se mire.

 

El ser humano actúa en un principio para conocer su entorno, luego se conoce a sí mismo y posteriormente reconoce que hay más seres además de él. En este punto es donde se puede considerar la presencia de la conciencia, siendo la conciencia la que permite las decisiones y la aceptación de sus consecuencias. Es bajo la sombra de la conciencia que se genera el criterio, el cual, es saber pensar.

 

EN OPINIÓN DE NICKERSON

De acuerdo con (Nickerson, 1987) nuestro razonamiento comúnmente se extravía por lo que tendemos a interpretar la evidencia a nuestro favor, preestableciendo conclusiones. Por lo tanto, responder a ¿Por qué enseñar a pensar? requiere ser analizado con mayor detenimiento, pues existen argumentos varios y diferentes.

 

En primer lugar, enseñar a pensar puede ser necesario para competir efectivamente en oportunidades dentro del mundo actual y, así, contar con mejores posibilidades para tener éxito; sin embargo, no hay evidencia de que los buenos pensadores consigan mejores empleos.

 

En segunda, enseñar a pensar puede importar porque es un pre-requisito para la buena ciudadanía; no obstante, debemos reconocer que siendo humanos existe diferencia de opinión y el pensamiento crítico no siempre es la norma.

 

Una tercera posible respuesta a tal pregunta, se refiere a que fomentar la habilidad de pensar bien contribuirá a que uno se sienta bien, psicológicamente hablando; pero, pensar algunas veces propicia más dolor que placer.

 

La cuarta opción, planteada por Nickerson, tiene que ver con el hecho de que no nos conviene no hacerlo, a pesar de ello, podría resultar en que ser más listos nos llevaría a la rápida destrucción como especie.

 

Luego, pensar bien es un propósito para muchos fines, sin embargo, también es un fin en sin mismo.

 

EN CONTRASTE

 

Al analizar mi respuesta y compararla con la de Nickerson, 1987 puedo deducir que estamos de acuerdo

en que enseñar a pensar significa contribuir a la formación de un criterio que les permita discernir entre aquello que podría ser benéfico o perjudicial, y así mismo, afrontar las consecuencias de las decisiones y los actos. En otras palabras generar conciencia tanto individual como social.

 

Referencias

Nickerson, R. (1987). ¿Por qué enseñar a pensar? En R. Stenberg, Teaching thinking skills. New York: W.H. Feeman and Company.